Alejandro II. de Rusia. Hoy 29 de Abril de 1818 nace el Zar Alejandro II. de Rusia. Fue Zar desde 1855 hasta su Asesinato en 1881.

Su reinado se extendió a Finlandia y Polonia. Alejandro II de Rusia, Moscú 29 de abril de 1818. - San Petersburgo 13 de marzo de 1881) fue zar del Imperio ruso desde el 3 de marzo de 1855 hasta su asesinato en 1881. También fue Gran Duque de Finlandia y Rey de Polonia hasta 1867.

Detalles del evento

Cuándo

29/04/2015
de 02:00 a 23:55

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Era hijo de Nicolás I de Rusia y de Carlota de Prusia (Alejandra Fiódorovna), hija de Federico Guillermo III de Prusia y de Luisa de Mecklemburgo-Strelitz. Durante su juventud dio pocas muestras de su valía final, hasta el momento de su advenimiento en 1855, pocos imaginaron que sería conocido como un líder capaz de poner en práctica las más difíciles reformas emprendidas en Rusia desde el reinado de Pedro el Grande.

Durante los treinta y seis años en los que fue heredero, el ambiente de San Petersburgo era desfavorable para el desarrollo de cualquier la innovación política o intelectual. Todos los principios de libertad de pensamiento y de iniciativa privada eran, en la medida de lo posible, reprimidos enérgicamente. La censura personal y oficial era moneda corriente; las críticas a las autoridades eran consideradas como un delito grave. Esto también fue considerado como una de las razones que llevaron a su asesinato.

Bajo la visión del poeta liberal Vasili Zhukovski, Alejandro recibió la educación que se les daba a los jóvenes rusos de buena familia en ese momento: un gran número de temas en nociones, y la introducción a los principales idiomas europeos de la época. Tuvo poco interés personal en los asuntos militares, para decepción de su padre, que era un apasionado del ejército. Alejandro dio pruebas de una disposición débil, considerada fuera de lugar en alguien destinado a convertirse en un autócrata militar.

Alejandro II subió al trono a la muerte de su padre. En el primer año de su reinado prosiguió con la guerra de Crimea, pero tras la caída de Sebastopol tuvo que iniciar conversaciones de paz, dejadas en manos de su consejero de confianza, el príncipe Aleksandr Gorchakov. Entonces comenzó un período de reformas radicales, alentadas por la opinión pública, pero llevadas a cabo por el poder autocrático.

Todos quienes habían pretendido llevar a cabo unas reformas declararon en voz alta que el país estaba agotado y humillado por la guerra, y que la única manera de restablecer su poder en Europa era desarrollar sus recursos naturales y reformar a fondo todas las ramas de la administración. El gobierno, por lo tanto, encontró en las clases educadas un recién nacido espíritu público, deseoso de ayudar en cualquier labor de reforma que se pudiese emprender.

Afortunadamente para Rusia el poder autocrático se encontraba ahora en manos de un hombre profundamente influenciado por el espíritu de la época, y que tenía suficiente prudencia y sentido práctico para impedir ser arrastrado por el entusiasmo. A diferencia de sus predecesores, Alejandro no sentía la necesidad de imponer sus ideas por la fuerza, y no se servía de ayudantes para dirigir los proyectos. Estos rasgos de su carácter, junto con las peculiares circunstancias en que actuó, explican que desempeñara las reformas con ayuda de las clases educadas.

Sin embargo, el crecimiento de un movimiento revolucionario de "izquierda" produjo el fin de los cambios que quería imponer Alejandro II cuando fue asesinado por una bomba en 1881. Es interesante observar que, después de que se convirtiera en zar en 1855, manteniendo un gobierno liberal, fuese objetivo de numerosos intentos de asesinato (1866, 1873, 1880).

Emancipación de los siervos.
Aunque vigilaba cuidadosamente su poder autocrático, y se resistía obstinadamente a todo aquello que impulsara reformas a las que él no se sintiese inclinado a llevar a cabo, Alejandro II actuó durante varios años como un soberano constitucional. Poco después de la paz, se hicieron importantes cambios en la legislación, relativa a la industria y al comercio, que así ofrecían un gran número de sociedades de responsabilidad limitada. Se idearon planes para la construcción de una gran red de ferrocarriles — en parte con el propósito de desarrollar los recursos naturales del país, y en parte con el fin de aumentar su poder de defensa y ataque.

Pero se veía que los progresos eran bloqueados por un obstáculo formidable: la existencia de la servidumbre de la gleba. Alejandro II demostró que, a diferencia de su padre, quería lidiar con este difícil y peligroso problema. Presentó una petición a los propietarios polacos de las provincias lituanas, y esperó que sus relaciones con los siervos fuesen reguladas de manera más satisfactoria (es decir, más de manera satisfactoria para los propietarios), autorizando la formación de comités "para mejorar la condición de los campesinos", y se establecieron los principios en los que la mejora debía efectuarse.

Este paso fue seguido por otros aún más importantes. Sin consultar a sus asesores ordinarios, Alejandro II ordenó al Ministro del Interior enviar una circular a los gobernadores provinciales del Imperio, que contuviese una copia de las instrucciones transmitidas al gobernador general de Lituania, alabando sus intenciones generosas y patrióticas, y sugería que tal vez los propietarios de las otras provincias podrían realizar lo mismo. La sugerencia fue llevada a cabo en todas las provincias donde existía la servidumbre, formándose comités de emancipación.

La cuestión planteó una serie de cuestiones espinosas. La emancipación no era sólo una cuestión humanitaria que se resolvería instantáneamente por un ukaz imperial. Había que contar con graves problemas, que afectaban profundamente a la vida económica, social y política de la nación.

Alejandro II tenía pocos de los conocimientos necesarios que harían frente con éxito a esos problemas, y se limitó a elegir entre las diferentes medidas que le recomendaron. El principal punto en cuestión era si los siervos debían convertirse en trabajadores agrícolas que dependerían económica y administrativamente de los propietarios, o si se debían transformar en una clase de propietarios independientes. El emperador dio su apoyo a este último proyecto, y el campesinado ruso se convirtió en el último grupo europeo de este sector que abandonaba la servidumbre.

Otras reformas
Se sucedieron otras reformas: la reorganización del ejército y de la armada (1874); se creó una nueva administración judicial basada en el modelo francés (1864), con un nuevo código penal y un sistema simplificado del procedimiento civil y penal; se elaboró un régimen de gobierno local autónomo (Zemstvo) para los distritos rurales (1864) y las grandes ciudades (1870), con asambleas electivas que poseían un derecho fiscal limitado, y una nueva policía rural y municipal, bajo la dirección del Ministro del Interior. Alejandro II sería el segundo monarca (después del rey Luis I de Portugal) en abolir la pena capital, una pena que todavía es legal (aunque no se practica) en Rusia.

Sin embargo, los trabajadores querían mejores condiciones de trabajo; las minorías nacionales deseaban la libertad. Cuando los radicales comenzaron a recurrir a la formación de sociedades secretas y a la agitación revolucionaria, Alejandro II se sintió obligado a adoptar severas medidas represivas.

Alejandro II, para intentar resolver el efecto de algunas reformas liberales, en un intento de sofocar la agitación revolucionaria, instituyó un ukase en el que se creaban comisiones especiales, compuestas de altos funcionarios y personajes privados que debían preparar las reformas en diversas ramas de la administración.

Fue asesinado el 13 de Marzo de 1881.

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