Desde 1930, el Zar Boris III había iniciado una serie de medidas desafiantes a la Sociedad de Naciones, siguiendo el ejemplo alemán, como la creación de una fuerza aérea búlgara. En febrero de 1940, Bogdan Filov ocupa el cargo de Primer Ministro. Tanto el Zar Boris III como el Primer Ministro eran germanófilos, e intentaron recuperar las fronteras pérdidas en los tratados de Bucarest y de Neuilly. En efecto, en septiembre de 1940, el Reino de Bulgaria logra recuperar la Dobruja meridional de Reino de Rumanía en los Acuerdos de Craiova.
Aunque el Reino de Bulgaria se había aproximado a Alemania durante las negociaciones por la Dobruja, los gobernantes de Bulgaria aún esperaban poder conservar su neutralidad en el conflicto europeo. No obstante, sus esperanzas se vienen abajo cuando las fuerzas alemanas se acercan a su frontera y solicitan permiso para cruzarlas, para invadir Grecia a inicios de 1941. El Zar Boris III acepta, y desde entonces el Bulgaria es considerada un miembro del Eje. Finalmente, el 1 de marzo, el Reino de Bulgaria se adhiere al Pacto Tripartito, y su alianza con Alemania es oficial. No obstante, la participación búlgara en la guerra es limitada, aunque termina anexando territorio griego y yugoslavo, logrando recuperar su salida al mar Egeo.
El gobierno del Reino de Bulgaria rehúsa a participar en la invasión de la Unión Soviética en junio de 1941, una invasión que no era popular entre la población eslava de Bulgaria. En agosto de 1943, Boris III muere mientras se encontraba en Alemania, y su sucesor, Simeón II, es sólo un niño de seis años, por lo que el poder recae sobre el Consejo de Regencia conformado por el príncipe Cirilo, el antiguo presidente del Consejo de ministros Filov y el ministro de la Guerra Michov. Estos hombres son de extrema derecha, y sus decisiones están sujetas a Alemania.
El Reino de Bulgaria sigue manteniendo relaciones con la Unión Soviética, y aunque el gobierno búlgaro accede a la deportación masiva de judíos a campos de concentración, en la práctica, la medida nunca se aplica, a excepción de pocos casos, ya que los mismos agentes gubernamentales entorpecen la labor de deportación, ejecutada por alemanes. No pasa lo mismo con los comunistas, y muchos son perseguidos y encarcelados.
El 5 de septiembre de 1944, la Unión Soviética inicia la invasión del Reino de Bulgaria, tres días después, el Reino de Bulgaria cambia de bando y los regentes son derrocados. El Reino de Bulgaria lucha entonces contra la Alemania nazi, enviando medio millón de hombres a Yugoslavia. Las fuerzas de Bulgaria son enviadas luego al norte, a Austria y el Reino de Hungría, donde contactan con los británicos el 8 de mayo de 1945.
Después de la guerra, se instaura un régimen socialista en Bulgaria, y el Zar y la familia real son enviados al exilio. En el Tratado de París de 1947, Bulgaria devuelve los territorios tomados de Yugoslavia y del Reino de Grecia, pero conserva la Dobruja meridional de Rumanía.
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En la imagen Sofia, capital de Bulgaria