Bizantino. Hoy 29 de mayo de 1453 se acaba el imperio Bizantino. Los turcos entran en Constantinopla. Hoy muere en la batalla Constantino XI

EL ÚLTIMO EMPERADOR BIZANTINO CONSTANTINO XI HIZO UN INTENTO DESESPERADO PARA LA REUNIFICACIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA Y LA IGLESIA ORTODOXA.

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Cuándo

29/05/2015
de 03:00 a 03:00

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Viendo la gravedad de la situación, Constantino multiplicó las solicitudes de ayuda a Europa occidental acelerando la llegada desde Roma del cardenal Isidoro de Kiev, al que se esperaba en octubre, para tratar sobre la reunificación de las dos iglesias. El Papa encomendó a Isidoro a su salida de Roma, ocurrida el 20 de mayo de 1452, una tropa de 200 arqueros napolitanos que fueron puestos de inmediato a disposición del emperador.

Además del Papa, de todas las potencias occidentales sólo el Reino de Nápoles y las repúblicas de Venecia y de Génova le proporcionaron ayuda a Constantino, más por razones políticas y económicas que por altruismo. El verdadero interés tanto de venecianos como genoveses fue de hecho comercial. Si llegara a caer la «Roma de oriente» no solo perderían bienes inmuebles de extraordinario valor que poseían ambas repúblicas en Constantinopla, sino que también perderían sus ricas colonias del Mar Negro: extensiones de sus respectivas patrias, que podrían caer en manos de los otomanos. Los genoveses y su colonia de Quios enviaron materiales para construir barcos de guerra, así como soldados que posteriormente defenderían las murallas de Constantinopla. Venecia, sin embargo, debido a que ya estaba en guerra con el Ducado de Milán, usó la diplomacia: recibió embajadores bizantinos, hizo sus promesas, y se limitó a enviar en auxilio de los bizantinos unos cuantos barcos.

Mientras tanto Isidoro cumplió la misión confiada por el papa Nicolás V y el 12 de diciembre de 1452, en la basílica de Santa Sofía, fue proclamada solemnemente la unión de la Iglesia oriental con la Iglesia occidental en presencia de Constantino XI. Se decretó así la unión de las iglesias, tal y como se había acordado en el concilio de Ferrara por parte de su hermano Juan VIII. Pero la fiesta solo se limitó a unos cuantos círculos de la corte: las iglesias en donde se oficiaban los ritos latinos quedaron vacías, incluyendo la misma iglesia de Santa Sofía. Inclusive aquellos que estaban más estrechamente vinculados con el emperador prefirieron asistir a los servicios ortodoxos que acompañar al emperador.

La ciudad fue sacudida por protestas populares y la preocupación general de un inminente ataque de los otomanos. Constantino ordenó reforzar las murallas de la ciudad y bloquear los puertos de las flotas occidentales en un intento de presionar a los venecianos para que enviasen más ayuda a la ciudad.37 El invierno pasó sin ningún acto de guerra. Ambos bandos se dedicaron a reunir todas sus fuerzas para el año siguiente, cuando se suponía sería la batalla decisiva.

La mayoría de los historiadores están casi seguros que Constantino XI perdió la vida el 29 de mayo de 1453 cerca de la puerta de San Romano.49 Ahí al ver que la derrota estaba cerca, se quitó sus insignias imperiales y se arrojó a la batalla junto con los últimos defensores y desapareció para siempre después de haber matado, dicen, la hiperbólica cifra de 600 otomanos. Parece que las últimas palabras de Constantino antes de su muerte fueron las siguientes:

¿No hay un solo cristiano aquí dispuesto a perder la cabeza?.

Probablemente, el cuerpo fue reconocido a través de las botas púrpura que llevaba en ese momento, botas que sólo los emperadores bizantinos tenían derecho a usar. Mehmet II entonces le enterró en una fosa común, a fin de que los cristianos no pudieran construir un mausoleo a su memoria, o que la gesta de Constantino convirtiera el lugar en un centro de peregrinación para el resto de Europa.Sin embargo, antes de ser enterrado, parece que el cuerpo de Constantino, por sugerencia de los jefes otomanos, se convirtió en una especie de trofeo de guerra. Tomaron el cuerpo del emperador, le removieron las vísceras y luego fue colgado en la cima de la columna de Constantino I como acto de humillación al milenario Imperio. Después, Mehmet II mandó embalsamar la cabeza y la conservó para sí.

Una estatua que representa Constantino XI -quién se convirtió en un santo para la Iglesia Ortodoxa, y años más tarde, en el símbolo principal de la guerra de independencia de Grecia contra el Imperio otomano - fue puesta en la Catedral de Atenas mientras que una segunda estatua se encuentra en la ciudad de Mistra, donde fue aclamado emperador en 1448. Es así como termina la vida del último de una larga lista de emperadores romanos que inició con César Augusto.

La conquista de Constantinopla es el tema principal de la película turca Fetih 1453, estrenada en 2012 y que se convirtió en la producción cinematográfica más vista de la historia del país (en la imagen Constantino XI en un fotograma de la película).

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