India y Pakistán se disputan la región de Cachemira desde la desintegración del Imperio británico, en 1947, cuando los británicos decidieron abandonar la zona tras dividir el subcontinente en dos Estados: las áreas con predominio de religión musulmana se unieron formando Pakistán, mientras que los no musulmanes pasaron a formar parte de la India. El valle de Cachemira, pasaje natural hacia el subcontinente indio a través del Himalaya, tiene una gran importancia estratégica. Además, Pakistán ve en Cachemira una solución a sus problemas de dependencia de agua, pues por ahí pasan los ríos Indo, Chenab y Jhelum.
Por otra parte, existe un conflicto religioso importante: el hinduismo es mayoritario en India, mientras la religión mayoritaria en Pakistán es el islam, por lo que se atribuye, en nombre de la unidad religiosa, el derecho a integrar la región de Cachemira a su territorio.
Aunque Cachemira, por motivos económicos, religiosos, geográficos y culturales, debería haber sido incorporada a Pakistán, pasó a depender, en su mayor parte, de la Administración india, en un intento de mantener el equilibrio de fuerzas en la religión. A partir de 1947 estallaron revueltas en Cachemira contra el maharajá –hindú-, apoyadas por Pakistán.
Se rompieron relaciones con Pakistán y el maharajá pidió ayuda al Gobierno indio, accediendo a integrar su territorio en India, aunque prometió la convocatoria de un plebiscito para recabar la opinión de sus habitantes, que a día de hoy no se ha llevado a cabo.
India y Pakistán se han enfrentado en tres guerras, dos de ellas debido a la disputa por Cachemira, fomentando la proliferación de movimientos separatistas que llevan a cabo una guerra de guerrillas, demandando la independencia o la anexión a Pakistán.
La tensa situación entre India y Pakistán ha vivido una escalada en los últimos años a raíz de la carrera nuclear que mantienen ambos países. India ha sido el primero en poseer el arma nuclear.
La Guerra Fría provocó la búsqueda de la seguridad regional. India, que aspira a ser líder del área, se siente amenazada por Pakistán y China, además de hacer frente a la inestabilidad interna, debido a protestas sociales, la violencia política y los conflictos religioso-culturales, lingüísticos y regionales. El desarrollo del programa nuclear, iniciado en 1974, con la detonación de una bomba de fusión nuclear en el desierto de Rajastán, le concedió un poder que la convierte en potencia regional e incluso mundial, al darle prestigio internacional, conferirle poder de negociación sobre Estados no nucleares y reducir el riesgo de ataques convencionales de otros Estados.
China ayudó a Pakistán a adquirir la bomba atómica y Rusia apoya a India, comprometiéndose a no vender a Pakistán equipamiento militar para no modificar el equilibrio de fuerzas.
Rusia e India desean la estabilización política para prevenir la creación de un vasto espacio islámico hacia las repúblicas de Asia central.
En la imagen mapa de los estados con armas nucleares en el mundo.