El 14 de mayo de 1948, en el Museo de Tel Aviv, David Ben-Gurion, el entonces líder de la comunidad judía en el país, anunció la creación del Estado de Israel. La declaración decía: "Este derecho es el derecho natural de los judíos de ser dueños de sus propios destinos, al igual que todas las otras naciones, en su propio Estado soberano". Se trataba del primer Estado judío moderno y su nacimiento ponía fin al gobierno colonial británico sobre Palestina, según proclamó el Ministerio de Asuntos Exteriores Israelí.
Al día siguiente de su creación, el nuevo país fue atacado por Egipto, Siria, Líbano y Jordania. Durante 15 meses de luchas, Israel fue ampliando el territorio que las Naciones Unidas le había otorgado. Los residentes no judíos huyeron de las fronteras originales de Israel y de la tierra que había sido apropiada, y se convirtieron en los primero refugiados palestinos. Cientos de miles de árabes huyeron a los países árabes vecinos en lo que llamaban el Nakba (desastre).
La idea de crear un Estado judío se remonta al siglo XIX. Una pequeña población judía había vivido en Palestina desde hacía siglos, a pesar de la prohibición impuesta por el Imperio romano. En 1987, el periodista y escritor astrohúngaro Theodor Herzl fundó el movimiento sionista, uniendo fuerzas y promoviendo la creación de una nación judía.
Gran Bretaña se involucró en Palestina durante la Primera Guerra Mundial, época en que formaba parte todavía del Imperio otomano, que apoyaba a Alemania. Gran Bretaña prometió a los árabes la independencia de sus territorios si se volvían contra los otomanos, aunque también prometió tierras a los judíos.
Tras la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña gobernó los territorios palestinos, haciendo promesas a judíos y palestinos sobre el control de la tierra. En 1917, la Declaración Balfour británica prometió una nación judía en Palestina.
El sentimiento de horror que el Holocausto nazi había generado fortaleció el apoyo mundial para la creación de un Estado judío y así, en noviembre de 1947, las Naciones Unidas plantearon dividir los territorios británicos en un Estado Judío y otro árabe. Pero los Estados árabes presentes en la Asamblea de las Naciones Unidas rechazaron la propuesta, una decisión que dejó a los palestinos –que carecían de representación directa en el organismo- sin una nación en el Medio Oriente.
Ya en 1995, se firmó un importante acuerdo entre el primer ministro de Israel, Isaac Rabin, y Yasir Arafat, líder de Palestina. El acuerdo daba a los palestinos el control de Cisjordania, un pedazo de tierra conflictivo entre Israel y Jordania.
Desde los ataques de 1948 contra el nuevo Estado de Israel, tres guerras han tenido lugar entre Israel y sus vecinos árabes, y el conflicto en Oriente Medio continúa envuelto en acciones terroristas y disputas étnicas.