Mi experiencia con las mujeres y las óperas de Wagner podría resumirse como sigue. A las mujeres débiles no les gusta nada Wagner. A las mujeres fuertes que son tranquilas tampoco les gusta Wagner porque es un compositor nervioso que abruma. A las mujeres fuertes nerviosas sí que les encanta Wagner. Y a las románticas y soñadoras les apasiona Wagner siempre.