Wagner. Hoy 22 de Mayo de 1813 nace en Leipzig Richard Wagner. "La Valquiria" ¿Es posible el amor sexual entre hermanos que se enamoran?. ¿Debe prevalecer el amor o las reglas? Ir contra los sentimientos conduce a la tristeza y la depresión.

Detalles del evento

Cuándo

22/05/2015
de 03:00 a 03:00

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Todas las óperas de Wagner tratan sobre el mismo y se pueden reducir a un mismo patrón. Hombre y mujer se encuentran y se enamoran a primera vista (love at first sight).

Las mujeres wagnerianas son superintiuitivas, hiperinteligentes y muy fieles. Ellas ven a su hombre, se enamoran inmediatamente y luchan a muerte por su amor que es lo único que realmente importa.

Los hombres wagnerianos son menos intuitivos. Pero se enamoran con la misma intensidad y pasión.
Wagner sitúa siempre el amor como la fuerza más poderosa del universo.

Para Wagner el amor entre un hombre y una mujer es la única forma de acceder a la felicidad completa.

En “La Valquiria”, la segunda ópera del ciclo El Anillo del Nibelungo Wagner lleva la pasión amorosa al extremo al reflejar un amor entre hermanos mellizos quedándose embaraza la hermana que dará luz al famoso héroe alemán Sigfrido
¿Es licito ese amor? ¿Deben aceptarlo los dioses?

¿Es contra natura? o por el contrario ¿es a favor de la naturaleza pues ha surgido de la naturaleza?.

La ópera plantea los problemas psicológicos que crea ir contra los sentimientos y la posibilidad de caer en depresión.

Cuando uno va contra sus sentimientos lucha consigo mismo. Y esa es una batalla perdida siempre. Si ganas contra ti mismo has perdido porque te has ganado a ti mismo. Si pierdes también has perdido. En definitiva de cualquier de las dos formas pierdes.

El ejemplo clásico de lucha contra uno mismo es el de Lancelot, el Rey Arturo y la Reina Ginebra. Lancelot lucha contra si mismo con su espada y claro pierde.

Si vas contra tus sentimientos puedes seguir vivo pero caerás en la depresión y la tristeza. Por eso debes seguir siempre tus sentimientos.

El mejor análisis psicológico de esa lucha interior nos lo proporciona “La Valquiria”.

Durante una tormenta muy violenta, Sigmundo busca refugio en la casa del guerrero Hunding. Éste no se encuentra en casa, por lo cual Siglinda, esposa de Hunding, es quien recibe a Sigmundo. Éste cuenta a Siglinda que está huyendo de sus enemigos.
Beben y Sigmundo se prepara para irse, ya que revela que la mala fortuna lo persigue. Siglinda le ruega que se quede y le comenta que no puede llevar mala fortuna a la "casa en donde la mala suerte ya habita".

Cuando Hunding regresa a su hogar se encuentra con la sorpresa de ver a su esposa Sigllinda con un huesped lo que nunca había ocurrido. Le asombra el parecido entre ambos.
Siglinda se siente cada vez más fascinada por el visitante y le pide que le cuente la historia de su vida. Sigmundo empieza a narrar que en un viaje a casa junto a su padre encontró a su madre muerta y que su hermana melliza había sido secuestrada.

Luego viajó con su padre hasta que ambos tomaron distintos caminos. Un día Sigmundo se topó con una niña que estaba siendo obligada a casarse y luchó contra los parientes de la niña. Las armas de Sigmundo fueron dañadas y la niña murió, por lo cual tuvo que huir y buscar refugio en la casa de Hunding.

En el principio Sigmundo no revela su nombre y se hace llamar Wehwalt (que en español se traduce como lleno de aflicciones o desgraciado).

Una vez Sigmundo termina su relato, Hunding revela que él es una de las personas que estaba persiguiendo al guerrero. Hunding permite que Sigmundo se quede una noche más, pero al amanecer deberán luchar uno contra otro en duelo a muerte
Hunding se retira a su cuarto con Siglinda.

Sigmundo lamenta su mala fortuna y recuerda la promesa que su padre le había hecho: que encontraría una espada cuando más la necesitara.

Siglinda regresa y revela que puso una droga en la bebida de Hunding para que se durmiera profundamente. Le cuenta a Sigmund que se había visto obligada a casarse con Hunding contra su voluntad.

Durante el banquete de bodas, un hombre de edad avanzada había aparecido introduciendo una espada en el tronco de un fresno. Ni Hunding ni sus compañeros habían podido sacar la espada del árbol.

Siglinda revela su atracción por aquel héroe que pudiera sacar la espada y liberarla. En ese momento Sigmundo expresa su amor por Siglinda y ella le corresponde.

Siglinda está muy sorprendida y emocionada. Esta enamorada. Se esfuerza por escudriñar la personalidad de Sigmund y descubrir más sobre el.

Sigmundo revela que el nombre de su padre era Wälse,. Ella entonces le dice su nombre que el había ocultado. “Tu eres
Sigmund y fue tu padre quien dejo la espada para ti”
Sigmundo ahora libera fácilmente la espada del tronco lo que nadie había conseguido. Ella le dice que es Siglinda, su hermana melliza. Se abrazan , se besan y hacen el amor apasionadamente “toma a tu hermana y amante” dice ella.

Cuando se inicia el segundo acto hemos cambiado totalmente de escenario. El Dios de la antigua mitología alemana precristiana Wotan se encuentra en una montaña rocosa con Brunilda, su hija valquiria.

Wotan como Dios decide lo que pasa en la tierra.
Wotan ordena que Brunilda proteja a Sigmundo cuando se enfrente a Hunding.

Fricka, esposa de Wotan y diosa del matrimonio, aparece y demanda que Sigmundo y Siglinda sean castigados por cometer adulterio e incesto. Fricka sabe que Wotan, disfrazado como un mortal llamado Wälse, es el padre de Sigmundo y Siglinda.
Wotan argumenta que necesita a un héroe libre (esto es, uno no gobernado por él) para llevar a cabo sus planes, pero Fricka lo contradice al decir que Sigmundo no es más que una criatura inconsciente peón de Wotan. Éste, acorralado, promete a Fricka que Sigmundo morirá.

Fricka se retira y Brunilda se queda con su padre, ahora sumido en la tristeza y el batimiento. Wotan narra sus problemas.

Con gran tristeza interior, Wotan ordena a Brunilda que asesine a su amado hijo Sigmundo que es su medio hermano.

Habiendo huido de la casa de Hunging, Sigmundo y Siglinda se encuentran en un puerto de montaña, cuando Siglinda se desmaya por cansancio y remordimiento. Brunilda se acerca a Sigmundo y le habla de su próxima muerte. Sigmundo rehúsa seguir a “La valquiria” al Valhalla cuando descubre que Siglinda no podrá ir con él.

Saca su espada y amenaza con matar tanto a Sieglinda como a sí mismo. Brunilda queda impresionada por la pasión de Sigmundo y decide proteger a Sgmundo en vez de matarlo, de manera que asegure su victoria sobre Hunding.

Hunding aparece y ataca a Sigmundo. La bendición de Brunilda da un poder extraordinario a Sigmundo que le permite dominar a Hunding, pero Wotan se presenta y destruye la espada Nothung con su lanza. Sigmundo se encuentra desarmado y Hunding lo mata.
Brunilda huye, pero no sin antes llevarse a Siglinda y los restos de Nothung. Wotan ve con gran tristeza el cuerpo de su hijo, y Brunilda reúne los fragmentos de Nothung y huye a caballo con Siglinda.
Wotan mata a Hunding.

Las otras valquirias se reúnen al pie de la montaña, cada una con un héroe en su alforja. Las valquirias se sorprenden cuando Brunilda aparece con Sieglinda, una mujer que todavía está viva.
Brunilda pide ayuda, pero sus hermanas no osan desafiar las órdenes de Wotan. Brunilda decide distraer a Wotan mientras Siglinda huye. También revela que Siglinda quedó embarazada de Sigmundo y nombra a su hijo Sigfrido (Siegfried, que significa alegría en la victoria).

Wotan aparece furioso y castiga a Brunilda: su hija deja de ser una valquiria y se ve despojada de su inmortalidad; además, la condena a que duerma un sueño mágico cerca de la montaña y sea presa fácil para cualquier hombre que pase por ahí.

Brunilda pide misericordia a Wotan para ella misma, su hija favorita. Ella relata el valor de Sigmundo y su decisión de protegerlo, sabiendo que ese era el verdadero deseo de Wotan. Con las palabras Der diese Liebe mir ins Herz gehaucht ("Él que instiló este amor en mi"), ella identifica sus acciones con el verdadero deseo de Wotan.

Wotan le concede su última petición: rodear la cumbre de la montaña con una llama mágica, que la protegerá de todos menos del guerrero más valiente (que, según se le revela a través del leitmotif, ambos saben que será Sigfrido aún no nacido).
Wotan pone a Brunilda sobre una roca y, en un largo abrazo, besa sus ojos cerrados sometiéndola a un estado profundo de sueño.
Wotan llama a Loge (el semidiós nórdico del fuego), para que cree la llama que protegerá a Brunilda. Despojado de sus dos hijos más queridos, Wotan se retira lentamente con una gran tristeza y amargura.

La depresión de Wotan irá en aumento en la tercera ópera del ciclo “Sigfrido” que es la continuación de la historia.

En la cuarta “El Ocaso de los dioses” Wotan esta tan deprimido que ni habla ni se mueve.

Wotan fue contra sus sentimientos y destrozó su vida.

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