El Oro del Rin es la sexta ópera de Wagner.
Esta sexta ópera forma parte de un ciclo de cuatro que son la sexta, séptima, octava y novena óperas de Wagner. Las cuatro componen el ciclo "El Anillo del Nibelungo". Es el mismo tema en cuatro óperas, es decir una historia que se inicia en la primera y termina en la última. Son en total dieciséis maravillosas horas de música.
Las óperas pueden interpretarse aisladamente pero lo ideal y lo más frecuente es interpretarlas en un ciclo cuatro días consecutivos, con algún día de descanso entre medias. Como decíamos el tema es el mismo en las cuatro óperas. Desde el principio cuando Alberich roba el Oro del Rin hasta el bellísimo final en el que Brunilda devuelve el anillo forjado con el oro a las hijas del Rin, todo gira en torno al mismo tema. Los protagonistas son también los mismos desde la primera ópera hasta la última aunque lógicamente tienen hijos que también participan en la acción.
El Oro del Rin fue estrenado en Munich en septiembre de 1869 en una representación que prohibió Wagner y a la que el mismo no asistió. La representación fue encargada por el rey Ludwig de Baviera. Wagner se opuso porque consideraba que la ópera no debía interpretarse de forma aislada y que tenía que interpretarse junto con las demás cuando hubiera acabado el ciclo y cuando estuviera terminado su teatro de la ópera en Bayreuth. El estreno oficial tuvo lugar el 13 de agosto de 1876 en el Festpielhaus de Bayreuth que hoy todavía sigue siendo el templo sagrado de la música Wagneriana y donde sólo se han representado desde aquel histórico 1876 óperas de Wagner. Es decir durante 136 años sólo se ha escuchado Wagner en ese teatro de ópera.
El tema es el mismo que en las demás óperas de Wagner aunque aquí está tratado con mucha más complejidad debido a la extensión en dieciséis horas. Sólo la unión con verdadero amor entre un hombre y una mujer puede redimir el alma, hacer feliz íntegramente a las personas. El mensaje de que el amor es la fuerza más poderosa que rige el mundo se ve aquí particularmente resaltado por el contraste entre el amor y el dinero representado por el oro y el poder.
Cuando se inicia la ópera nos encontramos a Alberich, un joven nibelungo en la orilla del Rin. Alberich está lleno de fuerza y energía. Es el mismo Alberich que en la cuarta ópera del ciclo "El Ocaso de los Dioses" estará triste, amargado y envejecido por el fracaso total que ha sido su vida sin amor. Alberich ve a tres jóvenes ninfas nadando y desea tener relaciones sexuales con ellas. Las chicas se oponen y se dedican a jugar con el haciéndole correr de un lado para otro sin acceder a sus deseos pero riéndose abiertamente.
Las ninfas custodian el oro situado en el fondo del río Rin. La leyenda dice que quien forje un anillo con este oro conseguirá dominar el mundo. Alberich se muestra muy interesado. Las ninfas están tranquilas "sólo quien renuncia al amor y quien se quede sin capacidad de amar será capaz de forjar el anillo". Consideran que Alberich no es un problema por su evidente deseo de amar.
Alberich reflexiona "podría vivir sin amor pero con el dinero y el poder que me dará el anillo conseguiría todo tipo de lujos y satisfacer mi deseo sexual con quien quisiera". Tras esta reflexión y cogiendo por sorpresa a las ninfas Alberich roba el oro del Rin.
Cuando se inicia el cuadro segundo Wotan, el rey de los dioses alemanes en la antigua mitología germánica precristiana duerme en la cima de una montaña junto a su esposa Frika, la diosa del matrimonio. Frika se despierta y muestra a Wotan un magnífico castillo. Los gigantes han completado esta obra. A cambio Wotan les ha ofrecido a Freia, la diosa del amor, hermana de Frika. Es decir Wotan entrega como precio a una mujer, a la hermana de su esposa a los gigantes que le han construido el castillo.
Frika está muy contenta de tener una mansión pero indignada por la actuación de Wotan al ofrecer a Freia. Aparece Freia horrorizada mientras le siguen los gigantes Fasolt y Fafner. Fasolt pide que se le pague por el trabajo porque han hecho un pacto y los pactos tienen que respetarse. Donner, Dios del trueno y Froh, Dios de la primavera aparecen para defender a su hermana. Wotan los para.
Llega Loge, semidiós del fuego mitad humano mitad divino. Loge es una persona muy astuta y Wotan espera que le ayudará a conseguir no cumplir el pacto pero Loge reconoce que en el mundo lo más maravilloso que existe es el amor de una mujer. Por tanto no puede ofrecer nada a cambio. Explica sin embargo, ante unos gigantes atentos, que el nibelungo Alberich ha renunciado al amor, ha robado el oro del Rin y ha forjado un poderoso anillo.
Todos los oyentes, es decir, Wotan, Frika y los gigantes se muestran encantados con la idea de apoderarse de ese anillo. Fafner dice que han cambiado de opinión. Prefiere el dinero al amor. Renuncia a la diosa del amor Freia y pide que a cambio se le entregue el anillo. Wotan protesta "como va a entregar el algo que no tiene". Los gigantes se van y se llevan a Freia como rehén "cuando nos deis el anillo os daremos a Freia". Wotan y Loge descienden al país de los nibelungos. En este momento hay un espectacular pasaje orquestal en el que se pueden escuchar 18 yunques de fábrica trabajando, que representan la labor de los nibelungos esclavizados por el cruel Alberich. Wotan y Loge se encuentran en el país de los nibelungos en primer lugar con Mime que tendrá un papel muy destacado en la tercera ópera del ciclo. Mime es ahora esclavo de Alberich y trabaja para el. Wotan y Loge consiguen robar a Alberich el anillo y todo el tesoro de los nibelungos.
Suben al castillo de los dioses, Wotan se resiste a entregar el anillo. No quiere perder esa esencial fuente de poder. Aparece Erda la diosa de la tierra y le aconseja a Wotan que ceda. Wotan entrega el anillo y el resto del tesoro a los gigantes. Los gigantes se pelean por el anillo. Fafner mata en escena a Fasolt y huye con el oro y el anillo.
En esta primera ópera de las cuatro del ciclo el anillo ha estado en primer lugar en manos de Alberich, luego en manos de Wotan brevemente, y finalmente queda en manos del gigante Fafner. Con el poder del Tarnhelm, Fafner se convertirá en dragón y custodiará el anillo hasta que lo mate Sigfrido. Pero eso será en la tercera ópera.