En 1849 Wagner era el director de la ópera de Dresde. Era uno de los puestos más prestigiados de la música europea. Wagner dirigía a la que entonces era la mejor orquesta de Europa en el que ha sido siempre el teatro de ópera más bello del mundo. En Dresde había estrenado tres de sus óperas y planeaba estrenar varias más.
Pero el siempre entusiasta y poco reflexivo Wagner pasó de un día para otro de famoso director de orquesta y compositor a revolucionario .
Estalló la revolución de Dresde con Bakunin como líder del movimiento anarquista. Wagner decidió sumarse a la revolución y loco de entusiasmo no se le ocurrió otra cosa que poner fuego a la propia ópera de Dresde “para construir sobre sus cenizas una ópera nueva revolucionaria”. La revolución de Dresde fracasó. Wagner tuvo que huir de Alemania y convertirse durante muchísimos años en un refugiado político que tenía prohibida la entrada a Alemania. Se trasladó a vivir a Zurich.
La ciudad Suiza estaba llena en aquella época de intelectuales radicales y de una escena musical vibrante. Wagner dirigía con gran frecuencia la orquesta de Zurich e hizo un ciclo completo en muchas ocasiones de las sinfonías de Beethoven. En Zurich escribió varias de sus obras maestras incluyendo la primera parte del Anillo del Nibelungo “Das Rheingold” (El Oro del Rin), la segunda parte del “Anillo del Nibelungo”, “Die Walküre” (La Valquiria), casi la totalidad de la tercera parte del “Anillo del Nibelungo”, “Siegfried” (Sigfrido) y “Tristan und Isolde”. También en Zurich planeó su última ópera “Parsifal”, tuvo el primer festival dedicado únicamente a su música y elaboró el plan de un teatro que sirviera de escenario a sus propias obras, que se construiría muchos años después en la ciudad de Bayreuth.
Wagner fue expulsado de Zurich cuando otra vez hizo una apuesta temeraria, enamorarse locamente de la mujer de su protector y amigo que le estaba patrocinando la composición de sus óperas y le permitía tener una vida de lujo. Wagner regresaría muy cerca de Zurich años después. El rey Ludwig II de Baviera, homosexual enamorado de Wagner, le adquirió una magnífica mansión en Lucerna a pocos kilómetros de Zurich frente al lago. Se llama La Villa Tribchen y todavía hoy permanece exactamente igual que en su época incluso con el mismo mobiliario convertida en museo Richard Wagner.
