50.000. españoles habían luchado junto a los alemanes pero Franco ordeno el regreso al perder Alemania la batalla de Stalingrado.
La 250.ª División de Infantería de la Wehrmacht (oficialmente en España: División Española de Voluntarios, y en Alemania 250 Infanterie-Division), más conocida como División Azul (Blaue Division), fue una unidad de voluntarios españoles que formó una división de infantería dentro de la Wehrmacht, el ejército alemán del Tercer Reich.
Fue constituida con el objetivo de luchar contra la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial. Entre 1941 y 1943, cerca de 50.000 soldados españoles participaron en diversas batallas, relacionadas fundamentalmente con el Sitio de Leningrado.
Antecedentes.
La década de 1930 fue convulsa y caótica en toda Europa. En España, la Gran Depresión, pese a que no causó los mismos estragos que en otros países, también ocasionó un deterioro de la situación económica y social. Las dos décadas anteriores ya vinieron precedidas de extremismos. Tras la irrupción del socialismo, los conflictos laborales se transforman en violencia, dándose lugar entre 1917 y 1923 un movimiento terrorista conocido como Pistolerismo.
En este periodo, grupos anarcosindicalistas y la patronal, contaban con bandas de pistoleros que asesinaban mutuamente a los líderes de ambos grupos. Entre el terrorismo, la degradación económica y un enquistado sistema bipartidista incapaz de dar solucion a los problemas, acaba teniendo lugar el pronunciamiento de Miguel Primo de Rivera, que dará lugar a un gobierno dictatorial que se extenderá hasta su muerte y exilio en 1930.
Ese mismo año tiene lugar el Pacto de San Sebastián, una cumbre de partidos republicanos, de izquierdas y catalanistas, que pactan los pasos a seguir para llevar a cabo un golpe militar que derroque la monarquía e instaure una república. El golpe militar fracasa, pero los partidarios de la república la autoproclaman meses más tarde, en las elecciones municipales de abril de 1931, después de que los partidos republicanos obtuviesen la mayoría en las principales capitales. Queda así instaurada la Segunda República Española.
El republicanismo inicialmente centrista y moderado de Alcalá-Zamora se fue radicalizando a lo largo de la década. El PSOE, por entonces marxista, ya había sufrido una escisión en los años 20, por parte de quienes querían integrar el partido en la Internacional Comunista, formando así el PCE. Pero en los años 30, el partido seguía teniendo dos corrientes, la moderada, de Prieto y Besteiro, y la pro-soviética, de Largo Caballero.
Este último, en los mítines previos a las elecciones de 1933, arenga a las masas a actuar hacia la guerra civil y la revolución comunista, tal como recoge en sus discursos, publicados en El Socialista. En 1934, cuando la CEDA, partido conservador ganador de las elecciones, entra en un gobierno de coalición, los partidos y sindicatos de izquierdas protagonizaron una revolución sangrienta que elevó aun más el clima del guerracivilismo.
En 1936, un radicalizado Frente Popular forma gobierno. Se vive un elevado clima de confrontación y crispación entre los bloques, traducido en una violencia generalizada, que termina por desencadenar la Guerra Civil. Durante la contienda, el cambiante gobierno del Frente es mayoritariamente pro-sovíetico. La URSS es el principal aliado con el que cuentan los republicanos, que proclaman su adhesión a ese régimen. En Madrid, la Gran Via es renombrada como Av. de la Unión Soviética, y retratos de Stalin cuelgan de la Puerta de Alcalá. El Kremlin envió a comisarios políticos del Komintern, algunos históricos como Palmiro Togliatti, y Codovilla o los alias Stepanov o Pedro.
Origen de la División.
La Guerra Civil termina el 1 de abril de 1939 con victoria del bloque nacional, pero pocos meses después, el 1 de septiembre estalla la Segunda Guerra Mundial. España y Alemania comienzan a tener conversaciones diplomáticas, en las que Berlín pide una mayor implicación en la guerra a Madrid, (que hasta entonces se declara neutral), como compensación a la ayuda prestada por el Tercer Reich a los nacionales, con la participación en España de la Legión Condor.
El 10 de junio de 1940 Italia entra en la guerra, y dos días después, el 12 de junio, Franco cambia la postura oficial española de neutral, a no beligerante. Esto implica que España se convierte en un aliado no beligerante de las potencias del eje, es decir, que toma partida por un bando, pero sin entrar físicamente en la guerra.
El 23 de octubre de 1940 tiene lugar la Reunión de Hendaya. En la estación de la ciudad fronteriza tiene lugar el primer y único encuentro entre Franco y Hitler. La entrevista, llevada a cabo en un vagón-salón del convoy, tuvo lugar entre los dos líderes, acompañados de sus respectivos ministros de exteriores, el español Serrano Súñer, y el alemán von Ribbentrop, así como dos intérpretes traductores.
En la conversación se trataron temas como las condiciones sobre una hipotética entrada de España en la guerra en favor de Alemania, pero en las exigencias de ambas partes existían puntos inaceptables que llevaron a no alcanzar ningún acuerdo concreto. No obstante, España seguía dejando las puertas abiertas a una posible intervención futura, y declaraba su firme apoyo al Reich.
El 22 de junio de 1941, Hitler lanza por sorpresa la Operación Barbarroja, invadiendo la Unión Soviética de Stalin. Para el régimen, supone la ocasión ideal para entrar en escena. Propondrían el envió de un contingente de voluntarios, lo cual permitiría a España saldar su deuda con Hitler, pero al mismo tiempo, poder seguir manteniendo su status de no beligerante, al no existir declaración oficial de guerra hacia la URSS. El día 23, a proposición del ministro Ramón Serrano Súñer, se aprueba en Consejo de Ministros en El Pardo el envío de una división, y se informa de ello al embajador alemán, Eberhard von Storher.
La iniciativa tuvo una gran acogida entre los partidarios del Bando Nacional y de los miembros de La Falange. Culpaban a la URSS de ser la instigadora y responsable de todos los sucesos de los años 30 que llevaron a la Guerra Civil, dadas las implicación de Moscú y el Komintern en propagar las revoluciones bolcheviques y el comunismo por Europa.
La implicación soviética en la guerra española, suponía para el régimen, en palabras suyas, devolver la visita. El 24 de junio se organizaron movilizaciones de adhesión y se proclamó la formación de la división. En Madrid, estudiantes del SEU convocaron una manifestación en la Plaza de Callao. Allí se reunieron estudiantes, falangistas, miembros del Frente de Juventudes, de la Sección Femenina, y ciudadanos detractores del comunismo en general. La marcha ascendió por la Gran Via hasta llegar a la sede del partido en la calle Alcalá, donde les recibió en el balcón el ministro Serrano Súñer, que pronunció un famoso discurso:
"Camaradas: no es hora de discursos. Pero sí de que la Falange dicte en estos momentos su sentencia condenatoria: ¡Rusia es culpable! Culpable de la muerte de José Antonio, nuestro fundador. Y de la muerte de tantos camaradas y tantos soldados caídos en aquella guerra por la agresión del comunismo ruso. El exterminio de Rusia es exigencia de la Historia y del porvenir de Europa."
Reclutamiento
Pese a que las exigencias alemanas fueron en un principio que el contingente estuviera formado íntegramente por soldados experimentados, se acordó finalmente que los soldados serían voluntarios, pero estarían comandados por oficiales profesionales del ejército español.
La división quedó oficialmente constituida el 26 de junio, y el día 27 daba comienzo el reclutamiento. Se dispusieron banderines de enganche por toda España, y el éxito inicial fue notable. Se hizo una potente propaganda hasta el 2 de julio, día en que finaliza el reclutamiento, habiendo cubierto las expectativas.
Finalmente, la mayor parte de voluntarios inscritos en este primer reclutamiento fueron militares, y el resto simpatizantes en mayor o menor grado con el falangismo, entre los que destacaban multitud de estudiantes del SEU. La edad estuvo comprendida entre los 20 y 28 años, aunque también se reclutaron algunos menores con autorización paterna. A los divisionarios se les garantizaba un doble sueldo, cobrando el mismo sueldo que los alemanes (según el rango), y de España cobrarían la misma paga que la legión.
Así mismo se ofrecían otras ventajas, como que las familias de los divisionarios cobrarían un subsidio de 7'30 pesetas, doble cartilla de racionamiento, el mantenimiento de sus derechos laborales a su vuelta, y algunas otras ventajas.
Si bien es cierto que en un principio el reclutamiento tuvo un rotundo éxito entre militares, falangistas y adeptos a la causa, el alargamiento y las noticias sobre la extrema dureza de la guerra durante el invierno de 1941/42, lo puso más difícil a la hora de captar reemplazos en los meses posteriores. Se dieron casos incluso de divisionarios que se alistaron ante la posibilidad de limpiar sus antecedentes o los de familiares por pertenencia a grupos opositores al régimen.
Viaje a Alemania
Hubo quienes se alistaron en la División Azul por no haber podido participar militarmente en la Guerra Civil, como el caso del falangista Dionisio Ridruejo, poeta y contribuyente a la letra del "Cara al Sol", al que convencieron para ser Director General de la Oficina de Propaganda de Franco en lugar de ir al frente como tantos otros falangistas. Y hubo represaliados políticos por el régimen franquista, como el actor Luis Ciges, hijo del gobernador civil de Ávila fusilado en 1936, a quien no permitieron continuar estudiando Bachillerato y que recibió como solución a la situación de marginación social y miseria económica de su familia el alistamiento en la División Azul.
Los oficiales eran militares de carrera de ideas falangistas y veteranos de la Guerra Civil, en tanto que las clases y tropa se integraban por agricultores, obreros y estudiantes de las distintas universidades. El general Agustín Muñoz Grandes fue designado para conducir a los voluntarios durante su primer año.
Posteriormente le sustituyó Emilio Esteban Infantes. Los integrantes de la División Azul partieron de España con los uniformes de sus unidades de origen, del Ejército de Tierra o de las milicias de la FET y de las JONS. Al llegar a Alemania y recibir el uniforme del Heer, los falangistas se negaron a dejar la camisa azul, que llevaban en sustitución de la reglamentaria, por lo que la división se empezó a conocer como «División Azul».
Uno de los personajes más interesantes de la División Azul fue José Miguel Guitarte, Consejero Nacional y Jefe Nacional del SEU en el momento del alistamiento, en julio de 1941. Otros dirigentes del SEU que combatieron junto a Guitarte fueron el Secretario General del SEU, Jesús Gutierrez del Castillo, el Secretario General del Servicio Profesional, José María Moro y Martín-Montalbo y el Secretario General del Servicio Exterior, José Hernández Cuevas.
El 13 de julio de 1941 salió de Madrid el primer tren de españoles rumbo a Alemania. Tras cinco semanas de instrucción en el campamento de Grafenwöhr (Baviera) el grupo formado por estos se transformaría en la 250 División de Infantería del Heer, integrada inicialmente por tres regimientos de infantería y uno de artillería, con los numerales 262, 263, 269 y 250 respectivamente, más unidades divisionarias de artillería antitanque, exploración, comunicaciones, zapadores y cuartel general.
El 20 de agosto, tras prestar juramento de lealtad a Adolf Hitler (el cual se modificó especialmente para mencionar la lucha contra el comunismo), la División Azul fue enviada al Frente Oriental. Fue transportada en tren a Suwalki, en Polonia, desde donde tuvo que continuar a pie. Después de avanzar hasta Smolensk se desplegó en el Sitio de Leningrado, donde pasó a integrarse en el XXXVIII Cuerpo de Ejército alemán, que formaba parte del XVI Ejército.
Desempeño
El despliegue era el siguiente: el 262.º Regimiento en el subsector de Nóvgorod; el 269.º Regimiento cubría el subsector Norte con retaguardia en Podvereje y el 263º Regimiento en el subsector Centro y en el subsector del Ilmen, los Grupos Anticarro y de Exploración. El Regimiento de Artillería se posicionó al oeste de Nóvgorod, en donde quedó establecido el cuartel general.
Desde su llegada al frente, en octubre de 1941, la División Azul sufrió fuertes pérdidas en el Sitio de Leningrado, debidas tanto al combate como a la acción del frío. A partir de mayo de 1942 empezaron a llegar desde España más efectivos para cubrir las bajas y relevar a los combatientes heridos. Hasta 46 000 voluntarios sirvieron en el Frente Oriental, de los cuales alrededor de unos 24 000 eran reclutas.
Después de la caída del frente en Stalingrado, la situación cambió y más tropas alemanas fueron desplegadas en relevo de las españolas. Esto coincidió con el cambio en el mando de la división, que fue asignado al general Emilio Esteban Infantes. Finalmente, los Aliados comenzaron a ejercer presiones sobre Franco para que ordenase la vuelta de los divisionarios a España. Las negociaciones iniciadas por éste a finales de 1943 concluyeron con una orden de repatriación escalonada del 10 de octubre al 3 de Noviembre..
Últimos españoles en las filas alemanas
Después de la disolución de la División Azul en 1943 algunos soldados españoles rechazaron volver a España (entre 1500 y 3000 hombres). Hubo también combatientes españoles en otras unidades alemanas, principalmente en las Waffen-SS, y otros atravesaron la frontera española furtivamente por Lourdes, al sur de Francia. Las nuevas unidades fueron denominadas colectivamente Legión Azul. Los españoles seguían siendo inicialmente parte de la 121.ª División de Infantería, pero aun así se ordenó la repatriación de esta unidad en marzo de 1944, siendo transportada de nuevo a España el 21 de marzo.
El resto fueron reagrupados en otras unidades alemanas, como la 3.ª División de Montaña y la 357.ª División de Infantería. Otra unidad fue enviada a Letonia. Dos compañías se unificaron con el regimiento de los brandemburgueses y con la 121.ª División alemana en Yugoslavia, que luchaba contra los partisanos de Tito. Unos 50 españoles entraron en los Pirineos para combatir a la resistencia francesa. La 101.ª compañía Spanische Freiwilligen Kompanie der SS 101, de 140 hombres, compuesta por cuatro pelotones de fusileros y un pelotón de oficiales, fue unida a la 28.ª División de Voluntarios Granaderos Valones de la SS, luchando en la región de Pomerania contra el Ejército Rojo.
Más adelante, como parte de la 11.ª División de Granaderos SS Nordland y al mando del SS-Hauptsturmführer Miguel Ezquerra, luchó los últimos días de la guerra en Europa contra tropas soviéticas en la Batalla de Berlín.
Batallas.
Siendo destacada como unidad en el Sitio de Leningrado, sus acciones principales fueron llevadas a cabo en el sector del río Vóljov, donde destaca, por ejemplo, el establecimiento de la cabeza de puente al este del río Vóljov, hasta que el mando alemán ordena la retirada de los españoles a sus posiciones originales; o bien, el cruce del lago Ilmen para acudir a socorrer a un destacamento alemán sitiado en Wswad.
