Como homenaje a su labor artística, el Banco de España decidió emplear un retrato de Manuel de Falla en el anverso de los billetes de 100 pesetas, que fueron emitidos a partir del 17 de noviembre de 1970 (aunque se pusieron en circulación en 1973).
Este billete fue el de mayor circulación durante la década de los 1970 hasta que, debido a la inflación, en 1982 se tomó la decisión de acuñar monedas de 100 pesetas. El billete de 100 pesetas con la efigie de Manuel de Falla comenzó entonces a ser retirado por los bancos, aunque siguió siendo de curso legal hasta la instauración del euro.