La Petite messe solennelle es una composición sacra de Gioachino Rossini. Fue compuesta en el año 1863 y descrita por el compositor como "el último de mis péchés de vieillesse" (pecados de vejez).
El ingenioso compositor, quien produjo poco para el público durante su largo retiro en Passy, prologó su misa—caracterizada, apócrifamente por Napoleón III, como ni pequeña ni como solemne, ni particularmente litúrgica—con las palabras:
"Buen Dios—contempla terminada esta pobre y pequeña misa—de verdad es música sagrada [la musique sacrée] que acabo de escribir, o meramente algo de música maldita [la sacré musique]? Lo sabes bien, nací para la ópera cómica. Poca ciencia, un poco de corazón, eso es todo. De manera que puedas ser bendito, ¡y me concedas el Paraíso!"
Se estrenó en la dedicación (14 de marzo de 1864) de la capilla privada en el hôtel de Louise, condesa de Pillet-Will, a quien Rossini dedicó esta pieza refinada y elegante, que evita la opulencia sentimental de la mayor parte de las obras litúrgicas contemporáneas, como las de Charles Gounod. Rossini especificó doce cantantes en total, con los solistas doblando el coro SATB, y previó dos pianos y harmonium. Entre los primeros oyentes estuvieron Giacomo Meyerbeer, Daniel Auber y Ambroise Thomas, quien sucedería a Auber como director del Conservatorio de París. Albert Lavignac, con dieciocho años de edad, dirigió desde el harmonium. Los solistas fueron Carlotta y Barbara Marchisio, Italo Gardoni y Luigi Agnesi. Se dice que toda lo que esta pieza exige es un pequeño salón, un piano, un harmonium, ocho coristas y los cuatro mejores cantantes del mundo.
Parcialmente por temor a lo que de cualquier forma se haría tras su muerte, Rossini orquestó discretamente la Petite messe solennelle en 1866-67, sin perder su candor y sutileza, y la versión resultante se representó por vez primera el 28 de febrero de 1869, tres meses después de la muerte del compositor, y tan cerca como se pudo de lo que habría sido el 77 cumpleaños de Rossini; en el Théâtre-Italien de París. Aquel año se publicaron ambas versiones.
La estructura de la pieza es la siguiente:
Kyrie
Gloria:
Gloria in excelsis Deo
Gratias agimus tibi
Domine Deus
Qui tollis peccata mundi
Quoniam tu solus sanctus
Cum Sancto Spiritu
Credo:
Credo in unum Deum
Crucifixus
Et resurrexit
Preludio religioso
Ritornello–Sanctus
Benedictus
O salutaris hostia
Agnus Dei
El himno O salutaris hostia no forma parte habitualmente de la Misa.
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ROSSINI Petite Messe solennelle
Rossini’s Mass with the eight voices it demands
Gramophone Magazine
Author:
Richard Osborne
More than 40 years have passed since Wolfgang Sawallisch directed a well-nigh perfect realisation of this most original of Mass settings live in the monastery church of Baumburg in southern Germany. (The Eurodisc recording is long gone but the ZDF TV broadcast recently surfaced on YouTube.) Numerous recordings have appeared since 1972, none entirely satisfactory. In such times, all one can do is wait and witness. The good news is that the wait may be partly over.
Rossini wrote the Messe for an eight-voice chorus. Any performance which uses more is dead in the water. The Kirchheimer Vokal-Consort deploys a double quartet which catches well the limpidity and piquancy of Rossini’s vocal writing, its courtly ease of utterance and its rigour. Director Tõnu Kaljuste’s forward-pressing tempi provide an element of urgency that acts both viscerally and spiritually. The Rossinian sense of joy is palpable yet the performance also etches in that undertow of anguish (‘There is more faith in honest doubt’, as Rossini’s contemporary Tennyson put it) which underpins long sections of the Messe. The drive of pianist Simon Bucher, along with his sensitivity as an accompanist and his exquisite rendering of the ‘Prélude religieux’, are also integral to the performance’s success. I cannot recall this aspect of the work being better realised, even by Sawallisch.
Rossini set posterity a problem by writing powerful but intimate solo numbers for four of the Paris Opéra’s finest young voices. Sawallisch’s LP- and TV-funded recording was able to deploy a near-perfect quartet. The new performance draws its soloists from within the vocal octet, a high-risk strategy which is not unsuccessful in practice. The only (predictable) stumbling blocks are the tenor air ‘Domine Deus’, which Rossini wrote for the supremely elegant Italo Gardoni, a celebrated Comte Ory, and the ‘Quoniam’, which he wrote for the great Belgian bass Luigi Agnesi. Elsewhere the solo work is sensitive and assured, often fine. The mezzo Ulrike Andersen is superb in the concluding ‘Agnus Dei’, where the superlative Carus recording places the attendant choral septet at a distance that is as haunting as it is discreet.
Estrenada el 14 de Marzo de 1864.
Rossini nació 1 de Marzo de 1792 (29 de febrero de 1792) y murió el 13 de noviembre de 1868