El budismo procedente de la India se instaló oficialmente en China en el primer siglo de la era cristiana. Después en la dinastía imperial de los Han el budismo va a extender largamente su influencia.
El budismo sufrió un grave retroceso y prácticamente desapareció en China tras la Revolución Comunista. El líder comunista Mao declaró que la religión es el opio del pueblo y las prácticas religiosas quedaron prohibidas.
A partir de los años 70 el budismo ha conocido un Renacimiento. Ha influenciado mucho el pensamiento chino y la forma de vida.
Las prácticas budistas son diferentes de las de la India. Los monjes budistas de China tienen unas prácticas muy distintas de las originales. Las reglas de vida impuestas por Buda mismo no son respetadas de forma tan escrupulosa como en los otros países que practican el budismo.
El budismo en China se mezcla con las religiones tradicionales chinas, con el confucianismo y con el taoísmo. En realidad China tiene tres religiones predominantes que se complementan entre sí que son el confucianismo, el taoísmo y el budismo.