Enrique III (28 de octubre de 1017 – 5 de octubre de 1056), apodado el Negro fue miembro de la dinastía Salia. Se convirtió en emperador Rey alemán a la muerte de su padre el emperador Conrado II el 4 de junio de 1039. Fue coronado Emperador por el papa Clemente II en 1046. Fue un claro representante del cesaropapismo, al marcar la supremacía del Emperador sobre el Papa. Durante su reinado el Sacro Imperio llegó a su apogeo, punto al cual no retornaría hasta los tiempos del emperador Carlos V
Contrajo nupcias con una hija de Canuto II de Dinamarca, en el año 1036. Dos años después falleció su esposa Guninda.
Enrique III se volvió a casar en 1043 con Agnes de Poitiers, hija del duque Guillermo V de Aquitania. Tuvieron varios hijos, entre los que se encontraron el emperador Enrique IV y Judith de Suabia.
Se enfrentó con Hungría (que pasó a ser feudo suyo para ampliar la frontera de su territorio, llegando a alcanzar el río Leitha. Combatió a los ducados para conservar el poder del Imperio Romano Germánico.
Murió en 1056. Le sucedió su hijo Enrique IV que mantuvo su política religiosa.