La batalla de Poitiers -conocida por la historiografía europea como batalla de Tours para no confundirla con la batalla de Poitiers de 1356- tuvo lugar el 10 de Octubre de 732 entre las fuerzas comendadas por el líder franco Carlos Martel- fundador de la dinastía carolingia- y un ejército islámico a las órdenes del valí (gobernador) de al-Andalus Abderramán ibn Abdalá Al Gafiki cerca de la ciudad de Tours, en la actual Francia.
Durante la batalla, los francos derrotaron al ejército islámico y Al Gafiki resultó muerto. Esta batalla resultó vital para detener la expansión islámica hacia el norte desde la península ibérica y es considerada por muchos historiadores cristianos como un acontecimiento trascendental, pues impidió la invasión de Europa por parte de los musulmanes y preservó el cristianismo como fe dominante, durante un periodo en el que el islam estaba sometiendo gran parte de los territorios de los antiguos Imperios romanos y persa.
Carlos Martel situó a su ejército en un lugar por donde esperaba que pasara el ejército musulmán, en una posición defensiva. Es posible que su infantería, armada con espadas, lanzas y escudos, presentara una formación de tipo phalange. Según las fuentes árabes, se dispusieron formando un gran cuadro.
Dada la disparidad entre los dos ejércitos-los francos eran casi todos soldados de infantería, en tanto que los musulmanes eran tropa de caballería, ocasionalmente con armadura-, Carlos Martel desarrolló una estrategia defensiva muy brillante. En un lugar y en un momento escogidos por él, disponía de una fuerza muy superior a la de sus adversarios, lo que acabaría por otorgarles la victoria.
Durante seis días, ambos ejércitos se vigilaron con solo escaramuzas menores. Ninguno quería atacar. Los francos estaban bien equipados para el frío y tenían la ventaja del terreno. Los árabes no estaban bien preparados para el frío, pero no querían atacar a un ejército franco superior en número. La batalla empezó el séptimo día.
Al Gafiki confió en la superioridad táctica de su caballería, haciéndola cargar repetidamente. Sin embargo, a pesar de sus lanzas largas y sus espadas, que les habían dado la victoria en vatallas anteriores, fue una de las raras ocasiones en las que la infantería cristiana medieval resistió cargas de caballería ; los disciplinados soldados francos resistieron los asaltos, pese a que, según fuentes árabes, la caballería árabe consiguió romper varias veces el exterior del cuadro franco.
Cuando se extendió entre el ejército árabe el rumor de que la caballería franca amenazaba el botín que habían tomado en Burdeos, muchos de ellos volvieron a su campamento. Esto le pareció al resto del ejército musulmán una retirada y mientras intentaba frenarla, Al Gafiki fue rodeado y finalmente muerto en la carga definitiva de la caballería del duque Eudes, que aguardaba oculta en los bosques al norte de la posición del cuadro de Carlos Martel, resultando un movimiento envolvente que impidió reagruparse al ejército enemigo. Los musulmanes supervivientes regresaron entonces a su campamento.
Al día siguiente, cuando los musulmanes no volvieron a la batalla los francos temieron una emboscada. Solo tras un reconocimiento exhaustivo del campamento musulmán por parte de los soldados francos se descubrió que los musulmanes se habían retirado durante la noche.
El ejército árabe se retiró al sur, más allá de los Pirineos, Carlos se ganó su apodo Martel- « Martillo »- en esta batalla.
En el mapa avance de los musulmanes hasta Poitiers