Su aportación a la pintura coincide con lo que los historiadores han dado en llamar la edad de oro holandesa, el considerado momento cumbre la cultura, ciencia, comercio, poderío e influencia política de Holanda.
Habiendo alcanzado el éxito en la juventud, sus últimos años estuvieron marcados por la tragedia personal y la ruina económica. Sus dibujos y pinturas fueron siempre muy populares, gozando también de gran predicamento entre los artistas, y durante veinte años se convirtió en el maestro de todos los pintores holandeses.
Entre los mayores logros creativos de Rembrandt están los magistrales retratos que realizó para sus contemporáneos, sus autorretratos y sus ilustraciones de escenas bíblicas. En sus autorretratos encontramos siempre la mirada humilde y sincera de un artista que trazó en ellos su propia biografía.
Rembrandt tenía un profundo conocimiento de la iconografía clásica, y en sus pinturas y grabados solía interpretarla libremente para ajustarla a su propia experiencia. En la representación de una escena bíblica Rembrandt solía combinar su propio conocimiento del texto con su particular concepto de la composición clásica y algunas observaciones anecdóticas de la población judía de Ámsterdam.
Por la empatía con que retrató la condición humana, Rembrandt ha sido considerado "uno de los grandes profetas de la civilización".
Ningún artista combinó nunca tan delicada habilidad con tanta energía y poder.
Rembrandt fue el noveno hijo del matrimonio formado por Harmen Gerritszoon van Rijn y Neeltgen Willemsdochter. Su padre era molinero y su madre la hija de un panadero.
Rembrandt recibió su educación básica en latín, y posteriormente asistió a la Universidad de Leiden. Según sus coetáneos, el joven ya manifestaba una marcada afición a la pintura, que le llevó a convertirse en aprendiz de un pintor histórico de Leiden llamado Jacob van Swanenburgh, con quien estudiaría durante tres años.
Tras un breve pero intenso aprendizaje de seis meses con Pieter Lastman, en Ámsterdam, Rembrandt inauguró su propio estudio en Leiden en 1624 que compartiría con su amigo y colega Jan Lievens.
En 1627, Rembrandt empezó a impartir clases de pintura.
En 1629 Rembrandt fue descubierto por el estadista Constantijn Huygens quien le facilitaría importantes encargos de la corte de La Haya. Como resultado de esta relación, el mismo príncipe Frederik Hendrik fue adquiriendo obras de Rembrandt hasta 1646.
A finales de 1631, Rembrandt se mudó a Ámsterdam, la capital de negocios del país, que crecía vertiginosamente gracias al comercio. Rembrandt empezó a trabajar como retratista profesional de creciente éxito.
En 1634 contrajo matrimonio con su prima Saskia.
Saskia era una joven de buena familia. Su padre era abogado y había sido alcalde de Leeuwarden. El matrimonio, celebrado en la iglesia local de St. Annaparochie, no contó con la asistencia de los parientes de Rembrandt.
Ese mismo año Rembrandt se convirtió en un miembro más de la burguesía de Ámsterdam, así como de la sociedad local de pintores.
En 1635 el joven matrimonio se mudó a su nueva casa, situada en el elegante barrio de Nieuwe Doelenstraat. En 1639 se volvieron a mudar a la Jodenbreestraat, en el floreciente barrio judío, aún más caro.
La presencia judía en el barrio le dio la oportunidad de encontrar rostros y figuras muy apropiadas para las escenas del Antiguo Testamento que entonces empezó a pintar.
La pareja atravesó numerosos reveses. Su hijo Rumbartus murió a los dos meses de su nacimiento, en 1635, y su hija Cornelia murió a las tres semanas de edad, en 1638. En 1640 el matrimonio tuvo una segunda hija, a la que también llamaron Cornelia, y que falleció al cabo de un mes. Sólo su cuarto hijo, Titus van Rijn (nacido en 1641) llegó a alcanzar la madurez.
Saskia falleció en 1642, al poco del parto de Titus, probablemente por tuberculosis. Los dibujos de Rembrandt del lecho de muerte de su esposa son imágenes profundamente conmovedoras.
Durante la enfermedad de Saskia contrataron a Geertje Dircx como niñera de Titus que pasó a ser también la amante de Rembrandt.
Rembrandt siempe tuvo una gran obsesión con las mujeres y el sexo. Necesitaba compañía femenina joven a su lado. Como tantos otros pintores fue un mujeriego al que le encantaba acostarse con sus jóvenes modelos.
A finales de 1640 Rembrandt comenzó una relación con Hendrickje Stoffels, a quien había contratado inicialmente como asistenta doméstica. Ella era 30 años más joven que el. Hendrickje se enamoro sinceramente de Rembrandt y le dio unos años intensamente felices,
El nacimiento en 1654 de la hija de Hendrickje y Rembrandt, Cornelia motivó el envío de una carta acusatoria por parte de su iglesia reformada, en la que se le incriminaba "haber cometido los actos de una prostituta con Rembrandt el pintor". Habiéndolo admitido públicamente Hendrickje, fue excomulgada.
Rembrandt siempre vivió por encima de sus posibilidades, invirtiendo en arte y todo tipo de curiosidades. En 1656 se tomaron medidas en los juzgados para impedir su declaración de bancarrota, y el artista tuvo que vender la mayoría de sus pinturas y buena parte de su colección de antigüedades.
La lista de objetos subastados se ha conservado, y da una idea de las posesiones materiales del pintor: dibujos y pinturas de los viejos maestros flamencos, bustos de emperadores romanos, fragmentos de armaduras japonesas, curiosidades traídas de Extremo Oriente, y colecciones de rarezas naturales y minerales.
Los beneficios de estas ventas, realizadas entre 1657 y 1658, resultaron decepcionantes, de modo que en 1660 no tuvo más remedio que vender su casa y su taller de grabado y mudarse a un apartamento más modesto en Rozengracht.
Rembrandt aún gozaba de cierto prestigio, y tanto las autoridades como sus acreedores solían mostrarse bastante tolerantes.
Paradójicamente, la sociedad de pintores de Ámsterdam lo consideró un escándalo, y adaptó sus reglamentos para que nadie que estuviese en una situación económica como la de Rembrandt pudiese comerciar como pintor.
Para evitar esta medida, Hendrickje y el propio Titus abrieron su propio negocio de arte en 1660, en el que Rembrandt trabajaba como empleado.
Era un forma de eludir a los acreedores, de no pagar sus deudas.
Rembrandt sobrevivió tanto a Hendrickje —fallecida en 1663— como a su hijo Titus, que murió el 7 de septiembre de 1668, dejándole una nieta. Rembrandt murió un año después del fallecimiento de su hijo, el 4 de octubre de 1669, y fue enterrado en una tumba sin nombre en el Westerkerk de Ámsterdam.24
A principios del siglo XX, algunos estudiosos estimaron la obra de Rembrandt en unas 600 pinturas, casi 400 grabados y cerca de 2.000 dibujos. Fue un trabajador infatigable.
Muchos de sus 40 autorretratos le muestran con ropajes anacrónicos, o haciéndose muecas a sí mismo. Esos autorretratos muestran la evolución desde el atribulado joven con talento, y el pintor exitoso de la década de 1630 hasta los sombríos retratos de su vejez, de enorme profundidad psicológica.
Juntos componen la imagen de un hombre que atravesó todos los estados psicológicos posibles de la vida, y cuya expresión refleja las fuertes sacudidas que sufrió a lo largo de su intensa vida.
Entre las características más notables de su obra se destacan su uso del claroscuro, el manejo escenográfico de la luz y la sombra fuertemente influido por Caravaggio
Igualmente destacables son su visión dramática y emotiva de temas que tradicionalmente habían sido tratados de una forma impersonal: Rembrandt se caracteriza por el sentimiento de empatía que desprende su visión de la humanidad.
Independientemente de la riqueza o la edad del retratado. Su propio entorno familiar -su mujer Saskia, su hijo Titus, su amante Hendrickje- suelen aparecer de forma visible en sus pinturas, en ocasiones representando temas bíblicos, históricos o mitológicos.
Sobre Rembrandt hay una película antigua de Alexander Korda. El rol principal lo interpreta Charles Laughton. Nos sirve para conocer mejor al pintor pero es una película mediocre.
En la foto uno de los autorretratos de Rembrandt.