El cohete V2 (del alemán: Vergeltungswaffe 2, «arma de represalia 2»), fue un misil balístico desarrollado en la Segunda Guerra Mundial en Alemania, empleado específicamente contra Bélgica y lugares del sudeste de Inglaterra. Este cohete fue el primer misil balístico de combate de largo alcance del mundo y el primer artefacto humano conocido que hizo un vuelo suborbital. Fue el progenitor de todos los cohetes modernos, incluyendo los utilizados por los programas espaciales de Estados Unidos y de la Unión Soviética, que tuvieron acceso a los científicos y diseños alemanes a través de la Operación Paperclip y la Operación Osoaviakhim respectivamente.
La Wehrmacht alemana lanzó en torno a 3.000 cohetes militares V2 contra objetivos Aliados durante la guerra, principalmente Londres y posteriormente Amberes, dando por resultado la muerte de un número estimado de 7.250 personas, tanto civiles como militares. El arma fue presentada por la propaganda Nazi como una venganza por los bombardeos sobre las ciudades alemanas desde 1942 hasta el final de la guerra.
El empleo del V2 en la guerra empezó el día 6 de septiembre de 1944, cuando el ejército contaba ya con 1.800 misiles almacenados y estaban listas las unidades especializadas en el empleo del ingenio. Ese día se realizaron dos disparos contra París, pero resultaron poco precisos.
El adiestramiento de los operarios de lanzamiento tenía lugar principalmente en Karpatenvorland; allí se dispararon, entre enero de 1944 y febrero de 1945, unos 600 V2 en entrenamientos.
El 8 de septiembre se inició el ataque contra Londres. Al principio, el gobierno británico comunicó al público que las explosiones las causaron tuberías de gas defectuosas. Sin embargo, a los pocos días se tuvo que admitir la verdad. La propaganda nazi reveló entonces la existencia del arma de represalia número 2 o V2. Al contrario de lo que sucedía con las V1, los V2 eran invulnerables, pues alcanzaban velocidades supersónicas y ni los cazas más veloces de la época podían interceptarlos, ni la artillería antiaérea podía derribarlos.
Además, al dispararse desde lanzadores móviles, la localización de sus bases resultaba bastante problemática. La altura y la velocidad alcanzada por los V2 hacía, asimismo, que fuera prácticamente imposible detectarlos con el radar de la época. Cierto es que al momento de lanzamiento el misil podía ser visto por pilotos aliados (que tenían el completo dominio de los cielos entonces), pero aunque varios cazas enemigos intentaron destruir los V2 durante su despegue, ninguno lo consiguió.
Los alemanes habían creado un arma contra la cual no había defensa posible. Desde el 8 de septiembre de 1944 al 27 de marzo de 1945 (en que cayó el último V2 sobre Inglaterra) se lanzaron contra territorio aliado unos 4.320 V2; de ellos, más de 1.400 se dirigieron contra Inglaterra, de los cuales 1.054 alcanzaron su objetivo y los restantes explotaron en algún punto a lo largo de su trayectoria, o bien se cometieron gruesos errores de dirección. En 1945 se dispararon 1.675 V2 contra Amberes y las fuerzas aliadas en Aquisgrán. La producción total de V2 superó las 10.000 unidades antes del final de la guerra.
Los daños causados por el impacto eran similares a los de las V1, pero las pérdidas fueron superiores a causa de la falta de aviso. Esto se debía a que, al estrellarse a velocidades supersónicas, no se percibía ningún ruido de aproximación. Así, luego de oírse la ensordecedora explosión llegaban largos estrépitos que se apagaban, igual que los truenos. Para incrementar el alcance de los V2 a 750 km se diseñó el A4b, dotado con alas en flecha y timones aerodinámicos más largos. Dos ejemplares fueron probados entre fines de 1944 y comienzos de 1945 con escaso éxito.
Otro diseño futurista fue el denominado A9/A10, que preveía un misil de dos fases, del doble de tamaño del A4, que tendría un alcance de 4.800 km y podría haber sido el primer misil balístico intercontinental.
Terminada la guerra, los V2 capturados por los aliados se sometieron a exhaustivas pruebas. Los científicos alemanes relacionados con la tecnología de misiles y cohetes eran los mejores de la época. Por ello, tras la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos y la URSS se esforzaron por rodearse de la mayor cantidad de estos especialistas, siendo empleados para explorar y sondear la atmósfera superior. El PGM-11 Redstone es un descendiente directo del V-2.Braun y su equipo crearon el cohete Saturno V de la NASA, que llevó al hombre a la Luna en 1969 con el Programa Apolo. Los soviéticos también emplearon personal alemán pero fueron repatriados en los años 50 y el desarrollo posterior fue con personal autóctono. Empezaron realizando una copia, el R-1. El misil soviético Scud está basado directamente en el V-2.
En la imagen lanzamiento de un V2 en 1944.
El primer misil balístico de largo alcance del mundo.