Amanece en Viena mientras la Mariscala y su amante, Octavian, intercambian palabras de amor tras haber pasado una noche juntos.
Se oyen ruidos fuera de la habitación. La Mariscala teme que su marido, que se halla de cacería lejos de Viena, haya regresado de improviso, por lo que Octavian se esconde.
El barón Ochs, primo de la Mariscala, irrumpe en la habitación y comienza a hablar de su próximo matrimonio con Sophie, la hija del acaudalado burgués Faninal.
El barón explica a la mariscala que se va a casar con Sophie. Al día siguiente debe formalizarse el compromiso de la boda y le pide consejo de quien debe ser su testigo que a la vez portara la rosa que simboliza su compromiso matrimonial. La Mariscala propone a su amante Octavian como portador de la rosa y testigo del compromiso matrimonial.
En la mansión de los padres de Sophie, Faninal, el padre, espera la llegada del caballero que entregará la rosa de plata. Faninal está muy nervioso.
Anunciado por una multitud de lacayos, Octavian entra lujosamente vestido, y presenta la rosa de plata a Sophie, quien la acepta extasiada. Cuando ambos cruzan sus miradas, comienzan a sentirse irresistiblemente atraídos.
La escolta se retira. Octavian y Sophie se sientan a conversar, pero son interrumpidos por la entrada del barón Ochs el prometido de Sophie. Ochs se retira a discutir el contrato de matrimonio con el padre de Sophie.
El testigo Octavian y la novia Sophie se quedan a solas. Sophie afirma que no se casará con su prometido, el barón. Octavian y Sophie se abrazan declarándose su amor.
Sophie comunica a sus padres la decisión de abandonar al Barón y que su nuevo novio será Octavian. Los padres de Sophie están indignados y muy enfadados por la “frívola” actuación de Sophie que rompe a llorar. Los padres no entienden como Sophie puede dejar a su novio e irse con una persona que acaba de conocer y que además es el testigo del compromiso matrimonial.
Tras varios incidentes cómicos en el tercer acto, los roles cambian. Sophie abandona al barón. Se anuncia que Octavian, el testigo, portador de la rosa, se casará con Sophie. De testigo ha pasado a contrayente. El barón, abandonado por Sophie y la mariscala, abandonada por Octavian, aceptan resignados. Los padres de Sophie, inicialmente muy reticentes al repentino e insólito cambio de su hija, aceptan al nuevo novio de su hija. Octavian y Sophie cantan exultantes por la felicidad eufórica del amor.
La obra se cierra con el dúo de Octavian y Sophie, “Ist ein Traum, kann nicht wirklich sein”, “Es un sueño, no puede ser real” en el que expresan mutuamente su amor eterno.
En la imagen representación de “El Caballero de la Rosa” en la ópera de Berlín. Octavian y Sophie se enamoran nada más verse.
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El testigo enviado que representa al marido para anunciar el compromiso matrimonial se enamora de la novia el mismo día que debe formalizarse el compromiso de la futura boda. La novia también se enamora del testigo. La novia deja al novio y se casa con el testigo. Es amor a primera vista.
Una obra llena de encanto y magia. El mayor regalo a la humanidad de Strauss, reflejo del amor que sentía el compositor por su esposa Pauline que le acompaño toda la vida.
Argumento de “El Caballero de la Rosa”.